viernes, 20 de agosto de 2010

El noviazgo en los hijos adolecentes


El inconveniente de la adolescencia, es no saber lo que se quiere, y sin embargo quererlo a toda costa, aquí y ahora, sin fijarse en el tiempo y circunstancias.

 

¿Qué es y para qué sirve el noviazgo?

 El noviazgo es una fase transitoria entre dos adultos, hombre y mujer, que deciden tomar un compromiso formal, para comunicarse en profundidad y para aprender a conocerse recíprocamente, en cuanto a carácter, sentimientos, gustos, aficiones, ideales de vida, religiosidad, etc. que les permitirá encontrar las diferencias religiosas, políticas, sociales, económicas, educacionales, de costumbres, etc. Así podrán debatir las diferencias, e intentar conocerlas, aceptarlas y negociarlas, con el fin de llegar a la siguiente fase que es el matrimonio, con plena claridad de ideas para poder formar una buena familia.

El noviazgo es aprender a aceptar a uno mismo y al futuro cónyuge, con las virtudes y defectos, para que sea más fácil encontrar el camino necesario, para formar un matrimonio que pueda crecer en verdadera unión. Favorece la formación de la voluntad, combate el egoísmo, fomenta la generosidad, la confianza, la honestidad, el respeto; estimula la reflexión y el sentido de responsabilidad. Con el noviazgo, se puede practicar la habilidad de resolver conflictos, y comenzar a utilizar formas efectivas de comunicación y de aprender a ver las cosas, de diferentes maneras, antes de que llegar al matrimonio.

 El noviazgo en los jóvenes, suele ser una relación muy inestable, que se ve afectada por la inexperiencia propia de la juventud. También influyen terceras personas que juzgan, presionan, imponen, prohíben, etc. Por lo general, los noviazgos adolescentes no son duraderos, por la misma inestabilidad física y emocional de los jóvenes, que muchas veces lo hace insostenible.

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